Ensayo
El conflicto entre Israel y
Palestina es una disputa de muchos años, que tiene cada cierto tiempo un
renacer de violencia que afecta a miles de personas, en especial al último
pueblo mencionado, debido a su pequeña capacidad militar y su geografía de
menor calibre que la potencia hebrea.
Estos últimos días, a través
de los medios de comunicaciones y las redes sociales, hemos podido constatar cómo
se desarrolla con más fuerza que nunca, esta guerra poco equitativa, entre dos
fuerzas militarizadas, que tienen al mundo entero bajo el suplicio de paz,
debido a los cientos de muertos y víctimas que padecen y aumentan a diario en
Palestina.
Los aviones, tanques y lanza
cohetes israelíes bombardean sin compasión, a miles de hogares, mezquitas, autos
y hospitales de la franja de Gaza. Nada se salva. Ni los niños, que son la
principal preocupación de todos los países, por su vulnerabilidad y falta de
protección.
Los Palestinos que una vez
tuvieron esperanzas y sueños, ahora no son más un puñado de personas que no
saben dónde ir, ni donde arrancar. La vida es tan vulnerable en Gaza, que nadie
sabe a qué hora y en qué lugar morirá. Este lugar se convirtió en un espacio
físico lleno de violencia, que no tiene pie ni cabeza. Pero la pregunta que
todos nos hacemos, incluso los expertos en este tipo de conflictos es, ¿qué
tendría que ocurrir para que haya una oportunidad de paz duradera y se acabara
la violencia en Gaza?
Según la Real Academia de la Lengua Española ,
define como Violencia: acción violenta o contra el natural modo de proceder,
acción y efecto de violentar o violentarse, cualidad de violento. Para Israel, Palestina
es un cúmulo de violencia extrema.
A comienzos del siglo XX
tomó fuerza un movimiento llamado sionista, que buscaba establecer un Estado
para los judíos. La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo
-considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos- pertenecía por
aquellos años, al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y
otras comunidades musulmanas. Pero, una fuerte inmigración judía, fomentada por
las aspiraciones sionistas, comenzó a generar resistencia entre las
comunidades.
Tras la separación del
Imperio Otomano en la
Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para
administrar el territorio de Palestina. Pero antes y durante la guerra, los
británicos habían hecho diversas promesas a los árabes y a los judíos que luego
no cumplieron, entre otros motivos porque ya se habían dividido el Medio
Oriente con Francia. Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas
árabes y sionistas que desencadenó en enfrentamientos entre grupos
paramilitares judíos y bandas árabes.
Luego de la Segunda Guerra
Mundial y tras el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado
judío. El plan original contemplaba la partición del territorio controlado por
la potencia europea entre judíos y palestinos.
Después de la fundación de
Israel, la tensión pasó de ser un tema local a un asunto regional, Egipto,
Jordania, Siria e Irak invadieron este territorio. Fue la primera guerra
árabe-israelí, también conocida por los judíos como guerra de la independencia
o de la liberación. Después de ese conflicto, el territorio para un Estado
árabe se redujo a la mitad.
Pero los combates sí
tendrían la última palabra en 1967 en la
Guerra de los Seis Días. Lo que ocurrió entre el 5 el 10 de junio de ese
año tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles. Fue una
victoria aplastante de Israel frente a una coalición árabe. Israel capturó la Franja de Gaza y la
península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) a
Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron.
La tradición judía indica
que la zona en la que se asienta Israel es la Tierra Prometida
por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes. Roma fue el
imperio que le puso a la región el nombre de Palestina y que, siete décadas
después de Cristo, expulsó a los judíos de su tierra tras combatir a los
movimientos nacionalistas que perseguían la independencia.
En la actualidad estamos
viendo el mayor grado de aislamiento de Israel en su historia. No sólo
manifestaciones en todo el mundo, también parlamentos y naciones enteras están
condenando a Israel.
Hemos comprobado como
Estados de la Unión Europea recomiendan a sus ciudadanos no realizar negocios
con las colonias israelíes, un nivel de saturación y horror que ahora mismo, su
objetivo no es parar la guerra, sino la libertad. Es decir, acabar con el
bloqueo, poder pescar, sembrar sus campos y que la frontera esté abierta. Es
una lucha que cala hondo, porque hay una decisión, política y popular, de no
volver a la esclavitud de los 8 años de bloqueo, es una lucha para llegar hasta
el final.
En efecto, según Jordi Pérez
Colomé, periodista y escritor: “Israel ya ha conseguido más o menos lo que
quería. Si envía tropas por tierra a Palestina a matar más miembros de Hamás y
destruir más cohetes, morirán muchos soldados israelíes. El precio sería
inimaginable. La presión, también; ya no habría un sistema anticohetes para
proteger a los soldados en Gaza. Esta última opción sería llevar a cabo una
misión parecida a las de 2006 y 2008. No fueron ningún gran éxito y solo
retrasaron lo inminente a la espera de mejores tiempos. Es algo habitual en Oriente
Medio.”
Sin importar, los palestinos
siempre serán juzgados por tribunales militares y sometidos a la legislación
militar, mientras que los israelíes que cometen los mismos delitos son juzgados
por la justicia civil. Arrestan violentamente a niños violando su domicilio en
medio de la noche, sin dar ninguna explicación a sus familias acerca de las
razones de la detención, ni informarles sobre el paradero de sus hijos, va en
contra de la propia legislación israelí, que establece que los menores han de ir
acompañados de un adulto de la familia cuando son detenidos. Poner a niños en
régimen de aislamiento durante días es una forma de tortura, y un castigo
severo antes de que haya ningún veredicto. ¿Acaso ser palestino no vale?
La guerra constituye un
verdadero desastre, una emergencia o un caos provocado por el hombre, que
determina una desorganización total de toda la sociedad, afectándola desde
todos los puntos de vista. Tenemos lo último en tecnología y estamos conectados
con nuestros amigos, todo esto está al alcance de nuestras manos pero, mientras
estas cosas positivas ocurren, en un lugar lejano, hay personas que busca una
razón para matar, para cruzar fronteras y ocupar tierras que no son suyas. Todos
queremos lo mismo: comer, procrear, pintar un cuadro, escuchar música, hacer el
amor y no olvidemos lo que John Lennon en su más famosa canción decía: “Imagina
que no hay países, no es difícil hacerlo, nada por lo que matar o morir, ni
religiones tampoco, Imagina a toda la gente viviendo la pida en paz”
Palestina aún no se rinde, y
no lo hará bajo ningún punto de vista, no será jamás sometido bajo el yugo de
un monstruo como lo es Israel. ¡Palestina Resiste!